Un Consejo con la fuerza de nuestros principios

El PAN se ha caracterizado siempre por su vida institucional, por su organización interna, por sus procesos democráticos y su espíritu doctrinario. 

Soy militante de Acción Nacional desde hace ya ocho años, yo elegí serlo porque una tarde, invitada a una reunión de jóvenes escuché de un Don Manuel que había logrado materializar su sueño, convirtiéndolo en la realidad de muchos, en la lucha permanente por un país mejor, me impresionó como era que los ideales de un solo hombre habían logrado cambiar el rumbo de la historia. Me conquistó Manuel Gómez Morín, me enamoró el PAN.

Muchos podrán pensar que el PAN de ahora no es el PAN de entonces y yo creo que el PAN es el PAN ayer, hoy y siempre; los que cambiamos somos los que militamos en él, haciendo el bien o dejándolo de hacer, somos nosotros los que desgastamos, enaltecemos, corrompemos o manchamos nuestra institución, el PAN de Manuel Gómez Morín es mi PAN, es el partido de todos los que servimos con compromiso, de los que trabajamos pensando en los demás.

Estoy ahora inmersa en el proceso de selección de los nuevos consejeros nacionales, me postulé como candidata porque creo que es dentro de nuestros Consejos donde podemos alzar la voz, hacer cambios de raíz. Para nuestro partido, el Consejo es el órgano de deliberación y consulta, el que aprueba la plataforma electoral, los presupuestos que se asignan a secretarías y comités, al que se le rinden los informes y hasta antes de nuestra reforma estatutaria, el Consejo elegía al presidente del Comité Ejecutivo Nacional.

Es un cargo que implica una altísima responsabilidad porque desde su concepción se instituyó como la conciencia colectiva de la organización, la instancia plural de reflexión y análisis y su papel hoy día es fundamental, sobre todo cuando urge una renovación estructural desde las bases para recuperar la confianza ciudadana, para seguir siendo el partido abierto al pueblo, donde todos tienen cabida.

Creo firmemente en el poder de la acción, creo que una decisión puede hacer la diferencia, creo en la honestidad como bandera del trabajo colectivo y en la probidad como principio rector de la actividad pública, estoy convencida que la fuerza de Acción Nacional emana de los principios, esos que nos dieron vida como institución.

Aspiro a un Consejo con la fuerza necesaria para retomar el rumbo, con la fuerza para imponer la voz de la verdad y la congruencia, voy por un Consejo con la fuerza de nuestros principios.

Ése es hoy, mi deber de hacer.


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